En el marco de la Segunda Guerra Mundial, durante la Conferencia de Teherán,Irán, el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, el primer ministro británico Winston Churchill y el líder soviético Iósif Stalin planean el Día D, la invasión de Europa para hacer retroceder al ejército de la Alemania nazi.
El 30 de noviembre de 1943, en el marco de la Segunda Guerra Mundial, tuvo lugar un momento clave en la historia militar y diplomática durante la Conferencia de Teherán.
En esta reunión, celebrada en la capital iraní, los líderes de las tres principales potencias aliadas —el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, el primer ministro británico Winston Churchill y el líder soviético Iósif Stalin— se reunieron para coordinar sus estrategias y planes para hacer frente a la Alemania nazi y sus aliados.
Uno de los acuerdos más significativos de esta conferencia fue la planificación del Día D, la invasión de Europa, que tenía como objetivo liberar a Europa de la ocupación nazi y abrir un segundo frente contra las fuerzas alemanas.
Durante estas conversaciones, se acordó que la invasión tendría lugar en la Normandía (norte de Francia), lo que más tarde sería una de las operaciones militares más grandes y decisivas de la historia.
El Día D, que se llevaría a cabo el 6 de junio de 1944, fue el resultado de meses de preparación y coordinación entre las fuerzas aliadas, y su éxito fue fundamental para la derrota de la Alemania nazi.
La Conferencia de Teherán también fue importante para fortalecer la alianza entre las tres grandes potencias, a pesar de las diferencias ideológicas y políticas entre ellas, y estableció un marco para la colaboración durante los años finales de la guerra.
Este encuentro marcó un punto de inflexión en la Segunda Guerra Mundial y sentó las bases para el eventual derrocamiento del régimen nazi y la liberación de los países ocupados en Europa.
