El navegante y explorador portugués Fernando de Magallanes, cruza en el extremo sur de América el estrecho que llevará su nombre.
El 27 de noviembre de 1520, el navegante y explorador portugués Fernando de Magallanes cruzó el estrecho que llevará su nombre, el Estrecho de Magallanes, en el extremo sur de América.
Este estrecho, que conecta el océano Atlántico con el océano Pacífico, se convirtió en una ruta crucial para la exploración y navegación de la época, ya que permitió la conexión entre ambos océanos sin tener que rodear todo el continente sudamericano.
Magallanes, al mando de una expedición financiada por el Reino de España, buscaba una ruta marítima hacia las Islas de las Especias (actualmente en el sudeste asiático) al oeste, navegando por una vía más corta que la tradicional, que pasaba por el continente africano.
Durante su travesía por América del Sur, Magallanes y su flota de cinco barcos enfrentaron duras condiciones meteorológicas y problemas de abastecimiento, pero finalmente lograron atravesar el estrecho el 27 de noviembre de 1520, después de varios meses de dificultades.
Este logro no solo representó un avance en la exploración geográfica, sino que también marcó un momento clave en la historia de la navegación, pues permitió a Magallanes y su tripulación llegar al océano Pacífico, desde donde continuarían su viaje hacia Asia.
Aunque Magallanes no completó el viaje, ya que murió en las Filipinas en 1521, su expedición fue la primera en realizar la circunnavegación del mundo, un hito que demostró la esfericidad de la Tierra y expandió el conocimiento sobre los mares y continentes.
El Estrecho de Magallanes sigue siendo una importante ruta de navegación en la región, y su descubrimiento es uno de los grandes logros de la era de los descubrimientos.
