El físico alemán Albert Einstein presenta ante la Academia Prusiana de las Ciencias la teoría de la relatividad general, en Berlín, Alemania.
El 25 de noviembre de 1915, el físico alemán Albert Einstein presentó ante la Academia Prusiana de las Ciencias en Berlín su revolucionaria teoría de la relatividad general, una de las contribuciones más importantes a la física moderna.
Esta teoría, que expandía su trabajo previo sobre la relatividad especial, propuso una nueva forma de entender la gravedad y el espacio-tiempo, desafiando las ideas de Isaac Newton que habían dominado la física durante más de dos siglos.
Einstein introdujo la noción de que la gravedad no es una fuerza que actúa a distancia, como sugería la teoría de Newton, sino el resultado de la curvatura del espacio-tiempo causada por la presencia de masa y energía.
En términos más simples, según la relatividad general, los objetos masivos, como planetas y estrellas, deforman el espacio-tiempo a su alrededor, y esa curvatura es lo que percibimos como gravedad.
Esta idea fue representada matemáticamente por Einstein mediante las ecuaciones de campo, que describen cómo la materia y la energía influyen en la geometría del espacio-tiempo.
La presentación de la teoría de la relatividad general fue un momento crucial en la historia de la ciencia, pues transformó nuestra comprensión del universo.
Aunque sus predicciones no pudieron ser verificadas de inmediato, en los años siguientes se realizaron experimentos que confirmaron sus postulados, como la famosa observación de la curvatura de la luz durante un eclipse solar en 1919, que dio una validación crucial a la teoría.
La relatividad general cambió profundamente la física teórica y abrió el camino para desarrollos posteriores en la cosmología, la astrofísica y la tecnología, como los sistemas de navegación por satélite que dependen de los efectos relativistas para funcionar correctamente.
La obra de Einstein ha tenido un impacto duradero, convirtiéndolo en una de las figuras más influyentes de la ciencia.
