Nunca te voy a decir lo que quieres oír, porque mi lealtad es hacia la verdad, y no voy a traicionar mis principios por complacerte.
Nunca te voy a decir lo que quieres oír, porque para mí, el valor de la integridad supera cualquier acuerdo que se funde en la complacencia.
Nunca te voy a decir lo que quieres oír, porque no estoy aquí para adornar tu realidad, sino para defenderla, aunque a ti no creas que te convenga.
Nunca te voy a decir lo que quieres oír, porque no respeto las apariencias, sino la esencia, y mi esencia es ser honesto.
Nunca te voy a decir lo que quieres oír, porque para ser justo con los demás, primero debo ser honesto conmigo mismo, y las normas a aplicar.
Nunca te voy a decir lo que quieres oír, porque el verdadero respeto se gana en la autenticidad, no en palabras diseñadas para agradar.
Nunca te voy a decir lo que quieres oír, porque al final la verdad siempre encuentra su camino, y yo prefiero estar de su lado desde el principio.
Nunca te voy a decir lo que quieres oír, porque la dignidad se sostiene en la firmeza, y mi dignidad no está hecha para ceder y complacer.
Nunca te voy a decir lo que quieres oír, porque prefiero perder tu supuesta confianza que una batalla legal y judicial.
Nunca te voy a decir lo que quieres oír, porque mi conciencia no está en venta, el desempeño de mi actividad profesional, con la verdad, y no en las sombras de la conveniencia ya sea tuya o mía.
Nunca te voy a decir lo que quieres oír, porque la verdad no se doblega ante los caprichos; seguirá siendo firme, aun cuando incomode.
Nunca te voy a decir lo que quieres oír, porque mis principios pesan más que tu satisfacción, y traicionarlos sería traicionarme a mí mismo.
Nunca te voy a decir lo que quieres oír, porque la justicia no se acomoda a la conveniencia; se sostiene en lo recto, no en lo complaciente.
Nunca te voy a decir lo que quieres oír, porque mi voz sigue a la verdad, no a tus deseos, y esa verdad no conoce otra dirección que la de la rectitud.
Nunca te voy a decir lo que quieres oír, porque mi palabra responde a mi ética, no a tus expectativas, y no me alejaré de ella por promesas, presiones o vacíos.
Nunca te voy a decir lo que quieres oír, porque el respeto a mí mismo y a mi profesión, está antes que cualquier acuerdo, y ningún interés es mayor que la paz de mi espírituy de mi saber hacer.
Nunca te voy a decir lo que quieres oír, porque mi compromiso es conmigo mismo y mi profesión, no con el halago; el deber que me guía, va más allá de las apariencias.
Nunca te voy a decir lo que quieres oír, porque mi dignidad y mi conocimiento vale más que cualquiera de tus deseos de llevar la razón, no me interesa recibir una aprobación efímera.
Nunca te voy a decir lo que quieres oír, porque la dignidad y el saber no se negocian, se defienden, y es en esa defensa donde reside la verdadera fortaleza de mi ser.
