Se funda la Universidad de Barcelona, que con el tiempo se convertirá en una de las instituciones educativas más importantes de España.
Al principio, las clases se impartían en diferentes edificios de la ciudad, hasta que en 1536 se consolidó en un solo espacio.
En sus primeros siglos, la Universidad de Barcelona se enfocó en la formación en derecho, teología y artes, y sus maestros y estudiantes contribuyeron significativamente al desarrollo intelectual de la región.
A lo largo de su historia, la universidad se ha enfrentado a múltiples desafíos, incluyendo la interrupción de su actividad durante el siglo XVIII cuando, tras la Guerra de Sucesión Española, Felipe V cerró la universidad y trasladó su actividad a Cervera.
Sin embargo, en 1837, la Universidad de Barcelona fue reabierta y comenzó su expansión hasta convertirse en una institución clave para la ciencia, la cultura y el progreso en Cataluña y toda España.
Hoy en día, la Universidad de Barcelona es reconocida por su excelencia académica e investigadora y cuenta con una comunidad de estudiantes y profesores de diversas partes del mundo, destacándose en áreas como las ciencias experimentales, la medicina, las humanidades y las ciencias sociales.
Con su rica herencia histórica, sigue siendo una de las universidades más importantes y activas en el ámbito de la educación superior en Europa.
