Se representa por primera vez la comedia romántica La tempestad, de William Shakespeare, en el Whitehall Palace de Londres, Inglaterra.
La tempestad es una comedia romántica que mezcla elementos de magia, traición y perdón, y está centrada en la historia de Próspero, un duque depuesto y hechicero exiliado en una isla remota junto a su hija, Miranda.
A través de su control sobre la magia y los espíritus de la isla, Próspero manipula los eventos para vengarse de aquellos que le traicionaron, aunque eventualmente opta por el perdón y la reconciliación.
Esta obra es una de las últimas que Shakespeare escribió en solitario, y muchos críticos la consideran su despedida del teatro.
La tempestad destaca no solo por su lirismo y complejidad temática, sino también por su innovador uso de los efectos especiales de la época para representar las tormentas y la magia, elementos que debieron sorprender e impresionar a la audiencia cortesana del momento.
Desde entonces, la obra ha sido aclamada como una meditación poética sobre el poder, la redención y el propio.
