Tal dia como hoy, 17 de octubre de 1604.

El astrónomo Johannes Kepler observa una supernova en la constelación de Ofiuco.

Fue detectada varios días antes y es la última supernova observada en nuestra galaxia hasta la fecha.

Esta supernova, conocida como SN 1604 o la supernova de Kepler , fue visible a simple vista y fue el evento de este tipo más brillante registrado en la Vía Láctea. Permaneció visible durante aproximadamente un año, lo que permitió a los astrónomos de la época, incluyendo a Kepler, estudiar su evolución.

Este evento fue especialmente significativo no solo por su brillo y duración, sino también porque fue la última supernova confirmada en nuestra galaxia hasta el día de hoy.

A lo largo de los siglos posteriores, ningún otro estallido de supernova ha sido observado de forma directa en la Vía Láctea.

Aunque, con los avances tecnológicos, se han descubierto los restos de varias supernovas pasadas y se han observado supernovas en otras galaxias.

Kepler describió sus observaciones de la supernova en su obra De Stella Nova (1606), y fue una oportunidad para desafiar algunas ideas astronómicas de la época, ya que el descubrimiento de nuevas estrellas (como una supernova) contradijo el modelo aristotélico que consideraba los cielos. como inmutables.

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