Una multitud de ciudadanos de París y alrededores marchan hasta el Palacio de Versalles para protestar ante el rey por la falta de alimentos.
El 5 de octubre de 1789, una multitud de ciudadanos de París y sus alrededores marchó hacia el Palacio de Versalles en un evento que se conoce como la Marcha sobre Versalles.
Este acontecimiento fue un momento clave en los primeros días de la Revolución Francesa, reflejando la creciente tensión social y el descontento con la monarquía.
La marcha fue impulsada principalmente por la grave crisis alimentaria que afectaba a Francia en ese momento.
El alto precio del pan y la escasez de alimentos habían llevado a un aumento en la desesperación entre la población, que sufría debido a la pobreza y las malas cosechas.
Las mujeres, en particular, jugaron un papel crucial en la movilización, organizando la marcha y llevándola a cabo.
La multitud, compuesta por miles de personas, exigió la intervención del rey Luis XVI y su familia para que abordaran la crisis alimentaria.
La marcha fue inicialmente pacífica, pero el clima de tensión se intensificó a medida que los manifestantes llegaban a Versalles.
Allí, exigieron ver al rey y la reina María Antonieta, quien era objeto de mucha hostilidad debido a su estilo de vida opulento en medio de la crisis.
La situación culminó en un asalto al Palacio de Versalles, donde los manifestantes demandaron que la familia real se trasladara a París para estar más en contacto con las preocupaciones del pueblo.
Finalmente, el rey y su familia accedieron a la demanda, lo que llevó a su retorno a la capital al día siguiente, el 6 de octubre.
La Marcha sobre Versalles es vista como un símbolo de la creciente insatisfacción con el antiguo régimen y un momento decisivo en la Revolución Francesa, ya que marcó el comienzo del fin de la monarquía absoluta en Francia y el ascenso del poder del pueblo.
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