La Inquisición es eliminada en Portugal por los constitucionalistas, la cual había sido establecida por Juan III el ‘Piadoso’.
El 6 de septiembre de 1822, la Inquisición fue oficialmente eliminada en Portugal por los constitucionalistas, marcando un hito significativo en la historia del país. Este evento tuvo lugar en un contexto de importantes cambios políticos y sociales que transformaron Europa y América Latina durante el siglo XIX.
La Inquisición en Portugal
La Inquisición en Portugal fue establecida por el rey Juan III en 1536, como una extensión del Tribunal del Santo Oficio que ya existía en España.
La Inquisición portuguesa, al igual que su contraparte española, fue creada para mantener la ortodoxia católica y perseguir la herejía, especialmente en un contexto de influencia del Renacimiento y la Reforma Protestante.
1. Objetivos de la Inquisición: Su principal objetivo era la persecución de la herejía, la vigilancia de los conversos al cristianismo, especialmente los judíos y musulmanes que se habían convertido, y el control de las ideas y prácticas religiosas que se consideraban desviadas de la ortodoxia católica.
2. Actividades: La Inquisición en Portugal llevó a cabo numerosas persecuciones, torturas y ejecuciones en su intento por mantener la pureza religiosa y consolidar el poder de la Iglesia y el Estado en la región. Los tribunales inquisitoriales realizaron juicios a menudo secretos y utilizaron métodos severos para obtener confesiones y castigar a los condenados.
El siglo XIX en Portugal estuvo marcado por importantes transformaciones políticas y sociales. A partir de 1820, el país experimentó una serie de cambios significativos:
1. Revolución Liberal: En 1820, se inició un movimiento revolucionario que buscaba establecer una monarquía constitucional en lugar del absolutismo. Este proceso llevó a la creación de una Constitución en 1822 que reflejaba los ideales liberales y constitucionalistas.
2. Impacto en la Inquisición: Los constitucionalistas, que buscaban modernizar y liberalizar la sociedad portuguesa, vieron la Inquisición como una institución anacrónica y opresiva que debía ser abolida. La eliminación de la Inquisición fue parte de un esfuerzo más amplio para reformar las instituciones del país y promover valores de tolerancia y libertad.
El 6 de septiembre de 1822, se decretó la abolición oficial de la Inquisición en Portugal. Este decreto fue parte de una serie de reformas realizadas por el gobierno constitucionalista que buscaba modernizar el país y reducir la influencia de instituciones tradicionales que se consideraban opresivas.
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