El psicólogo italiano Ezio Aceti, reconocido por su enfoque innovador y cautivador en la educación y la psicología infantil, nos ofrece una profunda reflexión sobre la importancia de las emociones en el comportamiento humano y en la educación de los niños.
En la corta pero, suculenta entrevista, realizada y presentada en la revista Woman Essentia, refire a diversos aspectos, en los que se refiere a los menores, así como personas con discapacidad, y trae a colación conceptos, los cuales desarrolla de manera breve pero concisa, lo que hace que la propia entrevista, podamos considerarla como .
En pocos párrafos el prisologo es capaz de desarrollar, magnificamente conceptos en sus correspondientes ambitos de referencia como son, la sociedad y la familia, respecto del aspectos internos del individuo, centrándose en los menores y personas vulnerables; así se refiere a las emociones como energía transformadora, la resilencia, y la capacidad de transformar lo negativo en positivo, la educación emocional, la autoridad de los padres, así como el amor y el esfuerzo como pilar fundamental en la crianza.
Desde su experiencia, Aceti subraya la relevancia de comprender, manejar y canalizar adecuadamente las emociones para fomentar un desarrollo sano y equilibrado tanto en el ámbito familiar como social, algo ciertamente complejo, y n poco neesario a dia de hoy, y que cada vez mas nos estamos haciendo eco, desde ciertos sectores de la sociedad.
El psicólogo, referiere las Emociones como Energía Transformadora, aborda y refire cómo estas «energías» internas pueden moldear no solo a los individuos, sino también a la sociedad en su conjunto.
Se refiere, a eestas como una fuerza fundamental que impulsa la vida humana.
Según el psicólogo, las emociones no son inherentemente positivas o negativas, sino que adquieren estas cualidades dependiendo de cómo las manejemos.

La capacidad de utilizar estas energías de manera constructiva puede renovar la familia, la sociedad y permitir la realización de cosas extraordinarias.
Por otro lado, el mal manejo de las emociones, como la ira, puede llevar a comportamientos destructivos, como la violencia.
Este enfoque resalta la importancia de la educación emocional desde la infancia, donde enseñar a los niños a identificar y gestionar sus emociones es esencial para su crecimiento personal y social.
La Resiliencia: Transformar lo Negativo en Positivo.-
Uno de los conceptos clave que Aceti introduce es la resiliencia, esto es, la capacidad de transformar las emociones percibidas como negativas en experiencias positivas.
Manifiesta que este proceso es vital para el desarrollo de una persona equilibrada y madura.
La resiliencia permite que las emociones como la tristeza o la ira sean canalizadas de manera que contribuyan al crecimiento personal en lugar de causar daño, y enfatiza que este tipo de educación emocional debe ser una prioridad en la crianza, ya que establece las bases para una vida adulta saludable y equilibrada.
La Importancia del Conocimiento del Niño: Una Puerta al Amor Verdadero.-
Aceti resalta la importancia de conocer a fondo a los niños para poder amarlos verdaderamente.
El amor hacia un niño no debe ser generalizado, sino personal, y especialmente basado en un conocimiento profundo de su carácter, emociones y necesidades.
Este conocimiento permite a los padres no solo amar a sus hijos tal como son, sino también guiar su desarrollo de manera efectiva.

Aceti subraya que los grandes educadores y profecionales, comprendiendo su lógica y necesidades, se han puesto al nivel evolutivo del niño, lo que les ha permitido tratarlos con un amor y respeto profundos.
Educación Emocional: Un Pilar en la Construcción de la Sociedad.-
La educación emocional, según Aceti, es esencial no solo para el desarrollo individual, sino también para la construcción de una sociedad solidaria y empática.
Las emociones, si son bien gestionadas, pueden generar comunidades felices y cohesionadas; por el contrario, si se ignoran o manejan mal, pueden conducir a comportamientos egoístas y violentos.
El psicólogo, aboga por restaurar el valor y el espacio para el descubrimiento de las emociones en la educación infantil, argumentando que este es un componente crucial para asegurar un futuro más humano y solidario.
En sus reflexiones, Aceti también subraya el rol de la escuela y la sociedad en la educación de los niños.
La educación no es una tarea exclusiva de la familia, sino que debe ser un esfuerzo conjunto entre padres, educadores y la comunidad en general. La escuela debe complementar el trabajo de la familia, promoviendo valores y habilidades sociales que preparen a los niños para la vida en sociedad.
La visión de Aceti destaca la necesidad de una colaboración estrecha entre familia y escuela, algo que en muchos contextos se ve debilitado por la falta de comunicación y cooperación entre ambos.
Reforzar esta alianza es crucial para el desarrollo integral del niño.
El Rol del Estado y la Sociedad en la Atención a los Débiles.-
Otro punto fundamental en la reflexión de Aceti es la dignidad con la que deben ser tratados los individuos más vulnerables, especialmente hace referencia a los niños con discapacidades.
Aceti defiende que un Estado que se dedica a atender a sus ciudadanos más débiles se convierte en un Estado digno, ya que fomenta valores como el altruismo, la empatía y la paciencia.
Este enfoque, claramente no solo beneficia a las personas con discapacidades, sino que, destaca el entrevistado que enriquece a la sociedad en su conjunto, promoviendo un entorno donde la humanidad y el respeto mutuo prevalecen.
Autoridad vs. Autoritarismo: La Clave en la Educación Familiar.-
En la entrevista, Aceti destaca y distingue claramente entre autoridad y autoritarismo en la educación familiar.
La autoridad basada en la estima y el respeto es esencial para una educación efectiva.
Los niños necesitan sentir que sus padres son figuras de autoridad que les aman y respetan, no meros impositores de normas y castigos.
Este tipo de autoridad se construye a través de la cercanía, el tiempo compartido y la comunicación, donde los errores son corregidos de manera positiva y se anima al niño a superarse.
Esta diferencia es crucial para crear un ambiente educativo en el hogar donde el niño se sienta valorado y amado.

Amor y Esfuerzo: Los Pilares de la Crianza.-
El entrevistado reconoce las dificultades que enfrentan los padres en la vida moderna, pero insiste en que lo más importante no es ser padres perfectos, sino padres humanos que se esfuerzan al máximo.
El amor no reside en la perfección, sino en el esfuerzo constante por brindar atención, comprensión y apoyo a los hijos, a pesar de los errores y debilidades.
Este enfoque permite a los niños comprender que detrás de cada acción hay un corazón dispuesto a dar lo mejor de sí, lo cual fortalece la relación entre padres e hijos y contribuye a un ambiente familiar saludable.
Estas reflexiones de Ezio Aceti nos invitan a reconsiderar la importancia de la educación emocional en la vida familiar y social.
Al destacar la necesidad de manejar las emociones como energías que pueden transformar nuestras vidas y comunidades.
Este pensamiento nos ofrece una visión profunda de cómo podemos construir un futuro más solidario, humano y equilibrado.
La educación emocional no es solo una herramienta para el desarrollo individual, sino una necesidad para la construcción de una sociedad más justa y empática. Como tal, debe ser un pilar fundamental en la educación infantil y en la formación continua de padres y educadores.
En última instancia, Aceti nos recuerda que el éxito en la educación y la vida no se basa en la perfección, sino en el esfuerzo sincero y el amor incondicional.
Estos principios, aplicados en el hogar y en la sociedad, pueden transformar las emociones en poderosas fuerzas para el bien, renovando nuestras familias, comunidades y el mundo en general.
La entrevista con Ezio Aceti no solo ofrece una perspectiva valiosa sobre la importancia de las emociones en la educación infantil, sino que también invita a una reflexión más profunda sobre el papel de la familia y la sociedad en la formación de individuos emocionalmente sanos y equilibrados. En un mundo donde las emociones a menudo se ven como obstáculos o problemas, Aceti propone un cambio de paradigma: verlas como energías poderosas que, cuando se manejan correctamente, pueden transformar vidas y construir una sociedad más justa y solidaria.
La educación emocional, el conocimiento profundo del niño y el amor entendido como un compromiso activo y comprensivo son, según Aceti, los pilares sobre los cuales se debe construir el futuro de nuestras familias y comunidades.
