El Gobierno británico aprueba la jornada laboral máxima de 10 horas y la prohibición del trabajo de menores de 9 años.
El Gobierno británico aprobó una legislación importante en la Ley de Fábricas y Talleres que establecía la jornada laboral máxima de 10 horas para los trabajadores, así como la prohibición del trabajo para menores de 9 años.
Esta legislación marcó un avance significativo en la regulación de las condiciones laborales y en la protección de los derechos de los trabajadores y los menores
Contexto Histórico
Durante la Revolución Industrial en el Reino Unido, las condiciones laborales eran extremadamente duras.
Las largas jornadas laborales, la explotación infantil y las condiciones insalubres en las fábricas eran comunes. Esto llevó a una creciente preocupación por los derechos de los trabajadores y la necesidad de reformas.
A lo largo del siglo XIX, hubo un creciente movimiento social y político que abogaba por la mejora de las condiciones laborales.
Activistas, sindicatos y reformadores sociales presionaron al gobierno para que introdujera legislación que protegiera a los trabajadores, especialmente a los menores y a las mujeres.
La Ley de Fábricas y Talleres de 1874
La ley estableció que la jornada laboral máxima para los trabajadores adultos en las fábricas no podría exceder las 10 horas diarias. Esta medida fue un avance importante en la regulación del tiempo de trabajo y en la mejora de las condiciones laborales.
La ley también prohibió el trabajo de menores de 9 años en las fábricas. Esto representó un primer paso importante hacia la protección de los derechos de los niños y la garantía de que tuvieran la oportunidad de asistir a la escuela en lugar de ser explotados laboralmente.
La Ley de Fábricas y Talleres de 1874 fue parte de un conjunto de reformas laborales que se llevaron a cabo en el Reino Unido durante el siglo XIX. Estas reformas ayudaron a mejorar las condiciones de trabajo y a establecer precedentes importantes para la legislación laboral futura. Sin embargo, la implementación y el cumplimiento de la ley a veces eran desafiantes, y las reformas continuaron evolucionando a lo largo del tiempo.
La aprobación de la Ley de Fábricas y Talleres en 1874 fue un hito importante en la historia de la protección de los derechos laborales. Estableció precedentes para la regulación de la jornada laboral y la protección de los menores, y marcó el comienzo de una era de reformas laborales más extensas.
La ley de 1874 fue solo uno de varios pasos hacia la mejora de las condiciones laborales en el Reino Unido. Posteriormente, se aprobaron otras leyes que continuaron protegiendo a los trabajadores, incluyendo la Ley de Seguridad Social y las reformas laborales del siglo XX.
