Tal día como hoy, 13 de agosto de 1713.

Felipe V es reconocido como rey de España tras firmar la paz con Saboya durante la guerra de Sucesión Española.

Felipe V fue reconocido como rey de España tras firmar la paz con el Ducado de Saboya durante la Guerra de Sucesión Española.

Este conflicto, que se libró entre 1701 y 1714, surgió tras la muerte de Carlos II de España sin descendencia, lo que desencadenó una disputa internacional por el trono español.

La Guerra de Sucesión Española enfrentó a dos principales pretendientes al trono: Felipe de Anjou, nieto del rey Luis XIV de Francia, y el archiduque Carlos de Austria, hijo del emperador Leopoldo I. Felipe fue nombrado heredero por el testamento de Carlos II, lo que generó temores de una posible unificación de las coronas francesa y española bajo una sola dinastía.

Esta perspectiva alarmó a varias potencias europeas, que formaron la Gran Alianza (incluyendo a Gran Bretaña, los Países Bajos y el Sacro Imperio Romano Germánico) para oponerse a Felipe y apoyar al archiduque Carlos.

El Tratado de Utrecht, firmado en 1713, fue un conjunto de tratados de paz que puso fin a la guerra.

En estos tratados, Felipe V fue reconocido como el legítimo rey de España, pero con la condición de que renunciara a cualquier derecho al trono francés, evitando así la unión de las dos coronas.

Además, España cedió varios territorios europeos a los aliados, como Gibraltar y Menorca a Gran Bretaña, y los Países Bajos españoles, Nápoles, Milán y Cerdeña al Sacro Imperio Romano Germánico.

El acuerdo con Saboya, concretado también en 1713, permitió la paz entre España y el Ducado de Saboya. Como parte del tratado, el duque de Saboya, Víctor Amadeo II, fue reconocido como rey de Sicilia, consolidando su posición en la región y poniendo fin a las hostilidades con España.

El reconocimiento de Felipe V como rey de España marcó el fin de una era de conflicto en Europa y el comienzo de la dinastía borbónica en España, que continúa hasta el presente.

Este periodo también significó una reorganización significativa del mapa político europeo, estableciendo un nuevo equilibrio de poder que influyó en la historia de Europa en los siglos siguientes.

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