El joven químico alemán Felix Hoffmann descubre el ácido acetilsalicílico, conocido como aspirina, la sustancia que más dolores de cabeza ha aliviado en el mundo.
Gracias al brillante descubrimiento de Felix Hoffmann.
Su síntesis del ácido acetilsalicílico en forma pura y estable revolucionó la manera en que tratamos el dolor y la fiebre.
La historia de la aspirina se remonta a la antigüedad.
Los antiguos egipcios, griegos y romanos ya conocían las propiedades medicinales de la corteza del sauce blanco.
Esta corteza contenía salicina, un compuesto con propiedades analgésicas y antipiréticas similares a las de la aspirina.
Avances científicos y la síntesis de Hoffmann
A lo largo de los siglos, diversos científicos estudiaron y experimentaron con la salicina, intentando aislar y purificar su principio activo.
Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX que se lograron avances significativos.
1838: El químico francés Henri Braconnot aisló la salicina de la corteza del sauce.
1853: El químico alemán Charles Gerhardt sintetizó el ácido salicílico a partir de la salicina.
1875: El químico francés Charles Frédéric Gerhardt sintetizó el ácido acetilsalicílico por primera vez, pero no se reconoció su potencial terapéutico.
Finalmente, en 1897, el joven químico alemán Felix Hoffmann, trabajando para la compañía Bayer, logró sintetizar el ácido acetilsalicílico en forma pura y estable. Hoffmann buscaba aliviar los dolores de su padre, quien sufría de artritis, y así nació la aspirina.
