Parte del ejército de España se levanta contra la Segunda República Española en un golpe de Estado que su fracaso parcial desembocó en la Guerra Civil.
La Segunda República Española, instaurada en 1931 tras la caída de la monarquía, se caracterizó por un clima de tensión política y social.
La profunda división entre izquierda y derecha, junto con las reformas sociales y económicas impulsadas por el gobierno republicano, generó un fuerte descontento entre algunos sectores, especialmente entre militares conservadores.
El 17 de julio de 1936, un grupo de militares rebeldes, liderados por el general Francisco Franco, se sublevó en Marruecos y Ceuta.
Al día siguiente, el golpe se extendió a la Península Ibérica, con levantamientos en varias ciudades, incluyendo Madrid, Barcelona y Sevilla.
El objetivo de los sublevados era derrocar al gobierno republicano e instaurar un régimen autoritario.
El fracaso parcial del golpe y el inicio de la guerra:
El golpe de Estado no triunfó en toda España. Las fuerzas republicanas, apoyadas por milicias obreras y organizaciones de izquierda, lograron resistir en algunas regiones, especialmente en las zonas industriales del norte y el centro del país.
La resistencia republicana y el fracaso del golpe en algunas ciudades dieron lugar a una guerra civil que se prolongaría hasta 1939.
La Guerra Civil Española fue un conflicto sangriento y devastador que causó la muerte de cerca de medio millón de personas.
Además de las pérdidas humanas, la guerra provocó una gran destrucción material y un profundo trauma en la sociedad española.
La victoria del bando sublevado, liderado por Francisco Franco, dio lugar a la instauración de una dictadura militar que duraría hasta 1975.
El 18 de julio de 1936 es una fecha trágica en la historia de España.
El golpe de Estado y la posterior Guerra Civil marcaron un período de división, violencia y sufrimiento para el país.
