Ocurre la batalla de Las Navas de Tolosa cerca de Santa Elena, Andalucía España en la que las tropas aliadas formadas por los reinos de Castilla, León, Navarra, voluntarios venidos de Portugal y la ayuda del Papa Inocencio III consiguen derrotar al ejército almohade del Al-Ándalus, los cuales eran superiores en número y comandados por el califa Muhammad an-Nasir. quien poseía una considerable superioridad numérica.
La mañana del 16 de julio, las tropas cristianas, bajo el mando de los reyes Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra, se posicionaron en un terreno elevado, formando un complejo sistema defensivo.
El ejército almohade avanzó con ímpetu, pero se vio obstaculizado por el terreno accidentado y la resistencia cristiana.
Tras horas de intenso combate, las tropas cristianas lograron romper las líneas enemigas y provocar una desbandada general entre los almohades.
La victoria cristiana fue contundente, con miles de bajas entre los almohades y la captura de su califa, Muhammad an-Nasir.
La Batalla de Las Navas de Tolosa marcó un punto de inflexión en la Reconquista. La derrota del poderoso ejército almohade debilitó considerablemente al Al-Ándalus y dio un impulso decisivo a la causa cristiana.
Se detuvo el avance almohade hacia el norte de la península ibérica.
Se consolidó la hegemonía de Castilla en la Reconquista.
La batalla se convirtió en un símbolo de la lucha por la fe y la libertad.
La Batalla de Las Navas de Tolosa ha sido objeto de numerosos estudios e interpretaciones a lo largo de la historia.
Algunos la consideran como el momento crucial que marcó el inicio de la decadencia del Al-Ándalus, mientras que otros la ven como un evento de gran importancia simbólica, pero con un impacto militar menos significativo.
Sin duda, esta batalla representa un hito fundamental en la historia de España y un ejemplo de la resistencia y el valor de los ejércitos cristianos en su lucha por recuperar la península ibérica.
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