Tal día como hoy, 4 de julio de 1862.

Lewis Carroll le cuenta a Alice Liddell un cuento que posteriormente será el famoso y conocido Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas.

Era un 4 de julio de 1862, un día como hoy hace ya 162 años. El sol brillaba sobre la ciudad universitaria de Oxford, mientras que en el río Támesis se desarrollaba una excursión que marcaría la historia de la literatura infantil. Charles Lutwidge Dodgson, un matemático y diácono anglicano conocido por su peculiar personalidad y fascinación por los niños, navegaba junto a las hermanas Liddell: Lorina, Alice y Edith.

Un cuento improvisado:

En medio del idílico paisaje, Dodgson, a quien todos llamaban Lewis Carroll, comenzó a narrar una historia para entretener a las niñas. Era un cuento improvisado, lleno de personajes extravagantes y situaciones absurdas que surgían de su fértil imaginación. Alice, la mediana de las hermanas, se convirtió en la protagonista de esta aventura inesperada.

El encanto del País de las Maravillas:

A medida que la historia avanzaba, Carroll transportaba a las niñas a un mundo onírico conocido como el País de las Maravillas. Un lugar donde un conejo blanco corría con un reloj de bolsillo, un gato sonriente desaparecía en el aire y una oruga fumaba en una pipa de agua. Las reglas de la lógica se desvanecían en este reino de fantasía, dando paso a lo imposible y lo absurdo.

El germen de una obra maestra:

Las niñas quedaron encantadas con la narración de Carroll. Alice, en particular, se sintió profundamente identificada con la protagonista y atesoró la historia en su memoria. Tal fue el impacto del cuento que Carroll, motivado por el entusiasmo de Alice, decidió plasmarlo por escrito.

Un clásico atemporal:

Así nació «Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas», una obra maestra que se publicaría en 1865 y se convertiría en un referente de la literatura infantil. La historia de Alicia, con sus encuentros con personajes icónicos como el Sombrerero Loco, la Reina de Corazones y el Gato Risón, ha cautivado a lectores de todas las edades por generaciones.

Un legado perdurable:

Más allá de su encanto infantil, «Alicia en el País de las Maravillas» esconde una profunda sátira social y una reflexión sobre la identidad, la lógica y la naturaleza de la realidad. La obra ha inspirado a artistas de todas las disciplinas, desde adaptaciones cinematográficas y teatrales hasta reinterpretaciones artísticas y filosóficas.

Un día que cambió la literatura:

El 4 de julio de 1862 no fue solo un día soleado en Oxford.

Fue el día en que la magia cobró vida en la mente de Lewis Carroll y dio origen a uno de los cuentos más famosos y queridos de todos los tiempos.

Un día que marcó el inicio de un viaje extraordinario hacia un mundo de fantasía que seguiría maravillando a lectores de todo el mundo durante siglos.

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