Por el real decreto del 18 de junio, en España, se ordena el comienzo de las obras del Canal de Isabel II, un canal de más de 70Km que abasteciera de agua a la ciudad de Madrid.
Este ambicioso proyecto, ideado para abastecer de agua potable a la creciente población de Madrid, contemplaba la construcción de un acueducto de más de 70 kilómetros de longitud, que transportaría agua desde el río Lozoya hasta la ciudad.
Las obras del Canal de Isabel II, que se prolongaron durante varios años, implicaron la construcción de numerosas infraestructuras, incluyendo presas, embalses, túneles, tuberías y depósitos.
La inauguración del Canal, en 1862, supuso un cambio radical en la vida de los madrileños, quienes por fin tuvieron acceso a agua potable de calidad en sus hogares y fuentes públicas.
El Canal de Isabel II no solo mejoró la salud pública de la ciudad, sino que también impulsó su desarrollo económico y social.
A día de hoy, el Canal de Isabel II sigue siendo una infraestructura esencial para la ciudad de Madrid, abasteciendo de agua a más de 6 millones de personas.
