El escritor Oscar Wilde es condenado en Londres a dos años de cárcel con trabajos forzados debido a su homosexualidad, ‘por ultraje a la moral pública’.
un eufemismo para la homosexualidad en la época.
Este hecho marcó un punto de inflexión en la vida del célebre escritor irlandés, quien en ese entonces disfrutaba de un gran éxito y reconocimiento literario. La acusación se basó en su relación con Lord Alfred Douglas, y el juicio se convirtió en un espectáculo público que evidenció la homofobia imperante en la sociedad victoriana.
Tras dos años de encarcelamiento en la dura prisión de Reading, Wilde salió física y emocionalmente marcado. Este periodo de su vida lo plasmó en su obra «De Profundis», una carta autobiográfica que refleja sus reflexiones sobre la cárcel, la sociedad y su propia condición.
La condena de Oscar Wilde no solo truncó su carrera literaria en su apogeo, sino que también lo sumió en la pobreza y el ostracismo. A pesar de las dificultades, Wilde no se doblegó y, tras su liberación, se exilió en Francia, donde escribió algunas de sus obras más conocidas, como «Balada de la cárcel de Reading».
Su legado como escritor, dramaturgo y poeta perdura hasta el día de hoy, y su historia sirve como un recordatorio de la lucha por los derechos LGBTQ+ y la importancia de la libertad individual.
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En 2017,
el gobierno británico indultó póstumamente a Wilde
por los cargos de sodomía, un acto simbólico que buscaba reparar la
injusticia cometida contra él.
La condena de Oscar Wilde es un capítulo oscuro en la historia de la literatura y un ejemplo de la persecución a la que se veían sometidos los homosexuales en la época. Sin embargo, su figura también representa la resistencia y la lucha por la aceptación de la diversidad.
