Se realiza el primer vuelo con un avión de plumas, volando cerca de 360 metros a una altitud de unos 6 metros.
El protagonista de esta hazaña fue Diego Marín Aguilera, un inventor español oriundo de Coruña del Conde, Burgos.
Marín Aguilera, fascinado por el vuelo de las aves, dedicó años al estudio de su anatomía y aerodinámica. Con base en sus observaciones, construyó un ingenio volador al que llamó «Recurso Volátil».
Este aparato, considerado precursor del aeroplano, consistía en una estructura de madera recubierta de plumas, con alas articuladas y una cola móvil.
El histórico vuelo tuvo lugar en la ladera del Castillo de Coruña del Conde.
Marín Aguilera, vestido con un traje de plumas, se lanzó desde una pequeña elevación y logró elevarse unos 6 metros sobre el suelo, recorriendo una distancia de aproximadamente 360 metros antes de aterrizar suavemente.
Si bien la distancia y altitud alcanzadas por Marín Aguilera pueden parecer modestas en comparación con los vuelos actuales, su hazaña representa un avance significativo en la búsqueda del vuelo humano.
Su ingenio, construido con materiales rudimentarios de la época, demostró la viabilidad del vuelo con alas artificiales, sentando las bases para el desarrollo posterior de la aviación.
El legado de Diego Marín Aguilera:
- Pionero de la aviación: A pesar de que su invento no tuvo un impacto inmediato en el desarrollo de la aviación, Marín Aguilera es reconocido como uno de los primeros precursores del vuelo humano con aeroplanos.
- Inspiración para futuros inventores: Su historia y su ingenio sirvieron de fuente de inspiración para otros inventores y visionarios que continuaron la búsqueda del vuelo controlado.
- Símbolo del ingenio español: La figura de Diego Marín Aguilera representa la capacidad innovadora y el espíritu emprendedor del pueblo español.
